30 de juny 2014 0 notitas

日本 2014. Juguetes, gatitos y sushi

Empezamos otro día dedicando la mañana a descubrir más a fondo la parte comercial de Akihabara: primera parada, el Don Quijote de Chuo Dori! 


Pingüínos con gorro de Papa Noel en la luna que acompañan el nombre 
de Don Quijote escrito en japonés (katakana)

Don Quijote es una cadena de almacenes donde hay de todo, y cuando digo de todo, es de todo y bien mezclado. Creo que en nuestra breve visita a Japón, ninguno de los Don Quijote que visitamos se parecían. Cada uno era un conjunto de cosas random e inconexas como estanterías con Princesas Disney al lado de estanterías con todo tipo de consolares. Incluso llegamos a encontrarnos preservativos con el osito Rilakkuma con sabor a tortitas y miel.


Japan ¿+18?
Sin palabras

Perversiones aparte (o no), lo especial del de Akihabara es que tiene un teatro donde hacen conciertos las AKB48, el macro-grupo de idols japonesas nacido en este mismo barrio que les da nombre (AKB - Akiba - Akihabara) y que actualmente supera con creces el número de 48 integrantes de sus inicios. Por lo que entiendo hay varios “equipos” nacidos a partir de AKB48, serían algo así como grupos hermanos y están formados por un montón de chicas más. En total entre todos los Team he leído que suman más de 300 miembros y aumentando (o.O).

Durante nuestro viaje, no dejamos de escuchar una canción que pensaba que venía de las AKB48 o alguno de sus teams pero que resulta que es de su grupo “rival”: las Nogizaka46 (NGK46). La canción no me gustaba hasta que volvimos a Barcelona y el hecho de escucharla me empezó a trasladar inevitablemente a esos maravillosos días vividos en Japón:


気づいたら片想い by 乃木坂46

Volviendo a Don Quijote, lo otro que nos sorprendió es que por encima del teatro de AKB48, aún nos encontramos con 2 plantas más de recreativas, una de ellas dedicada exclusivamente a juegos musicales. De todas las máquina que llegamos a probar, mi favorita de todas todas fue la Maimai de Sega. 

Es un formato de máquina musical que se juega con las manos y consiste en seguir el ritmo de la canción pulsando unos botones alrededor de la pantalla táctil circular cuando coincidan los círculos que van apareciendo. Según el nivel tienes más elementos y movimientos algo distintos.

Para hacerlo más gráfico, aquí va un vídeo directo de Youtube con una de las canciones a las que más jugamos, directa de la BSO del juego Sonic Lost World:

Sonic Lost World BSO - Windy Hill Zone (nivel experto)

Entre juego y juego, aproveché para beberme un buen vaso de Fanta de melón (mi favorita, aunque me gusta más la de la marca japonesa Calpis que no conseguí encontrar). 

Más de una hora después, salimos del edificio para seguir visitando tiendas y sitios curiosos de Akihabara hasta que llegamos a un gigantesco Yodobashi: una cadena de centros comerciales que pensábamos eran sólo de tecnología y resultaron tener de todo. Y eso incluye una planta entera de juguetes. Si digo que pasé una hora de reloj ahí, me quedo corta. Deformación profesional sumada a hobby supongo.


Pilas de Rilakkuma. Había de Hello Kitty, de Vocaloid y de un montón de muñequitos kawaii más.
Absurdo si se tiene en cuenta que mientras las usas no vas a ver sus dibujitos. 

No pude evitar comprarme varios accesorios de Sylvanian Families para fotos y muchos gashapones como mi reloj de Tamagotchi y mis gatos Godzilla (Regaliz no, una figurita). También cayó alguna cajita de re-ment. Y cuando creía que ya me había dejado medio saldo de mi cuenta en la tienda, subí a la planta superior para encontrarme con un quiosco-librería enorme dónde pude conseguir la revista de street fashion FRUiTS Magazine del mes (de la que ya hablaré en otro momento).

Sylvanian Families adorables en todos los tamaños *^*
También compré un pack en la zona de quiosco que parecía un DIY de una mochila y resultó ser la mochila en sí. No estoy acostumbrada a que en los quioscos me vendan mochilas en cajas sin ir acompañadas de una revista supongo!


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Mis Godzi-gatos, como molan los gashapones en Japón! Lástima no haber pillado
una figurita de la colección de "gatos potando" que vi (verídico). 

Finalmente fui a rescatar al pobre Den que llevaba un porrón de tiempo dando vueltas por la zona de restaurantes a la espera de que yo diera señales de vida para ir a comer.


Mi super reloj salido de un gashapon
Después de comer y descansar un poco las piernas (y la cartera), nos reunirnos con el resto para ir a un neko café. Los neko café son cafeterias en las que pagas una pequeña entrada y una consumición para poder estar un tiempo (limitado según lo que pagues) jugando e intentando acariciar esquivos gatos. Cuando piensas en la idea crees que es genial porque estarán todos los gatitos contigo, hasta que llegas y ves que pasan de tí porque no dejan de ser gatos jajaja. 


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Chocolate y gatitos en Japón, una buena combinación

Neko Café - Sha La La
Clara imagen de como los gatos pasan de todo humano también en la otra punta de mundo

Al entrar nos dieron un catálogo de los gatos que “regentan” el local y una pequeña explicación de su edad, procedencia, sus carácteres y las cosas que les gustan. Había gatos muy graciosos y algunos nos hacían más caso que otros, aunque tampoco mucho más. También había de varias razas pero predominaban los enormes Maine Coon. 
Neko Café - Sha La La
Mi mano y la pata de un Maine Coon



Neko Café - Sha La La
Algunas se dejaban hacer de todo con tal de no moverse

Después de este ratito de relax nos arreglamos para salir y celebrar el cumple de uno de los compis por Roppongi. Esa noche cenamos sushi y aunque quizá no era de los mejores restaurantes de sushi de la ciudad, lo que probamos era para llorar de la emoción.
Sushi de verdad
Este sushi de atún era para morirse. El pescado estaba como tenía que estar y era de la parte
que tenía que ser para disfrutarlo. El de arriba estaba levemente pasado por la plancha.



Tataki con huevo crudo
Tataki de atún con huevo crudo encima 

Creo que el resto de aventura nocturna es demasiado larga y penosa como continuar esta entrada con eso (incluye un japonés diciendonos que no entráramos en un bar porque había "too much men inside" y un RRPP de un bar que se pensó que buscábamos otro tipo de fiesta rodeado de señoritas). 

Mi recomendación para todo incauto viajero que haya leído cualquier guía de Japón:

 "si quieres salir de fiesta por Tokyo como los japoneses no vayas a Roppongi que sólo hay guiris"

Lo bueno de haber ido a Roppongi, aparte de la cena, fue poder terminar el día visitando la Torre de Tokio iluminada de noche antes de volver al hotel. 

Tokyo Tower
Tantas aventuras de CLAMP aquí vividas...
Me faltaba Sakura volando a la caza de alguna carta de Clow

La vuelta al hotel en taxi fue muy curiosa. Como el conductor no sabía como llegar al hotel, nos pidió el número de teléfono para llamar a recepción y que le indicaran el camino. Todo esto, como siempre, acompañado de unos cuantos すみません ("sumimasen" - disculpa).

 
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