12 de març 2015

Primera experiencia con polipiel

Hace un par de semanas, hablando por teléfono con mi madre, me contó que se había comprado un bolso muy bonito pero poco práctico para llevar los papeles del trabajo. Me dijo que estuvo buscando una especie de portapapeles bonito que le cupiera dentro pero no consiguió encontrar nada. 

Necesitaba que tuviera un poco de rigidez para proteger los documentos y, como tenía muchas ganas de coser y había despertado mi inspiración, se me ocurrió proponerle hacer una funda de polipiel. Colgué el teléfono y ahí empecé a preocuparme por bocazas. 

Nunca había trabajado en polipiel y sólo sabía que hay varios tipos y grosores pero no si mi máquina podría con ello. Así que me puse a indagar un poco para hacerme una idea de como se trabaja y si realmente sería viable hacerlo y descubrí que poco secreto tiene. Os iré dejando algunos trucos que aprendí a lo largo del post.

Salí de casa para comprar sólo lo que necesitaba: polipiel y una cremallera metálica larga. Para el forro me sobraba con las telas que tengo en casa y no necesitaba comprar nada.

Esta tela del forro me tiene enamoradísima!

Volví a casa con la polipiel, la cremallera, una tela de patchwork para el forro preciosa a morir para añadir a mi colección y una puntilla negra ancha divina. Lo que nos pasa a tod@s las adict@s a las telas y mercerías.

La puntilla, ideal para decorar la polipiel que compré. En este proyecto
opté por no usarla para que no se viera recargado.

Elegí una polipiel un poco más gruesa que imitara la piel y que con el peso no se deformara. Las más finas imagino que serán más simples de coser pero tienen menos rigidez y si las estiras un poco pierden el acabado y se pueden romper.

Para cortarla lo más limpio es usar un cúter circular como el que compré al principio de mi aventura costuril. Para coserla cambié la aguja de la máquina a una más gruesa, en este caso igual con 90 hubiera sido suficiente pero elegí una del 100 para no tener problemas al coser doble capa de polipiel.

Corté un cachito para hacer pruebas ¡y fue una gran idea!. Sobretodo sabiendo que la aguja deja marca en la polipiel y cualquier error te puede estropear el proyecto. Tuve que modificar el largo de puntada y la tensión del hilo varias veces hasta encontrar la configuración óptima y una vez encontrada nos pusimos patas a la obra con Regaliz.

No hay nada como una socia exigente que audite tus trabajos

Normalmente, las fundas que he cosido con un patrón similar las hago de forma que la cremallera queda entre el forro y la tela. Es un poco más complejo pero el acabado interior se ve más limpio. El problema que veía en este caso, es que tendría que coser demasiadas capas de polipiel juntas (en la costura lateral a la altura de la cremallera serían 4 capas). Así que opté por simplificar.

Empecé por hacer una funda a modo de prueba más pequeña para evitar perder mucha tela si salía mal y corté: 

- 1 pieza de polipiel para que la base no tuviera costura y soportara más peso
- 2 piezas del forro para que el estampado se viera igual a un lado y a otro. 

Lo primero fue unir las dos piezas del forro. Si hubiera sido un estampado más abstracto o liso hubiera cortado una sola pieza como con la polipiel y este paso no hubiera sido necesario. Hice la costura para unirlas en la base y colocando la costura de cara a la parte interior de la polipiel, junté las telas para preprarar las costuras laterales.

Para poner la cremallera y también para juntar los laterales y cerrar la funda, utilicé unos clips reversibles para sujetar las telas sin dejar marca en la polipiel. 

La cremallera por dentro y las costuras sujetas con los clips reversibles

Una vez puesta la cremallera y antes de hacer las dos costuras interiores, es importantísimo dejar abierta la cremallera para poder darle la vuelta a la funda. El acabado de las costuras y la cremallera los hice con un zigzag y un poco de fray check para que el forro no se deshilachara. 

Como quería que la cremallera se notara lo mínimo posible al abrirla, pegué todo el largo de la cremallera que había unido con el zigzag con un poco de cola blanca especial para telas para que no se separara la costura de la tela.

La primera funda acabada!

Esta primera funda es tamaño neceser, caben las típicas cosas que lleva sueltas en el bolso: llaves, pañuelos, gafas de sol con funda, chicles, pintalabios...

La segunda funda la hice siguiendo el mismo procedimiento pero más grande. Y la verdad es que se nota en el acabado que ya había hecho otra. 

Detalle de la cremallera metálica en la segunda funda

Ahora que le he perdido el miedo a la polipiel, estoy encantada de lo fácil y sencillo que es de trabajar y estoy segura que haré más cositas con este material porque el resultado final y los acabados se ven muy limpios y puede dar mucho juego en infinidad de proyectos.

En cuanto a mi madre, quedó encantada con el resultado y al final creo que ha encontrado más útil la funda pequeña de prueba que la grande.



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